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El campo de actuación de Tomás Camarero Arribas se inscribe en el Desarrollo de conceptos de marca y de comunicación, Investigación de consumidor, Análisis de tendencias y Marketing sostenible.

El objetivo es desarrollar la innovación conceptual para la solución de problemas y aprovechamiento de oportunidades de las marcas.


miércoles, 8 de abril de 2020

Desglobalización y Sostenibilidad


Nos vendieron la Globalización como la clave de un mundo más próspero: más transacciones comerciales, más movilidad turística, más economía; pensando que eso nos iba a enriquecer a todos. En realidad, el resultado es una élite económica cada vez más rica y una amplia masa de población cada vez más pobre. Y el preocupante hecho de una clase media empobrecida.

Nos hemos olvidado que la Globalización ha sido utilizada para su beneficio (nunca mejor dicho) por el capitalismo salvaje imperante. Y no aprendimos con la crisis financiera que dejar al mercado imponer sus avariciosas reglas sin límite es un error garrafal.

Y esta Globalización traía consigo fenómenos nada ingenuos como la Deslocalización. Se impuso el mantra; había que deslocalizar. Había que enviar las fábricas a países subdesarrollados o en vías de desarrollo para producir más barato. Las consecuencias de ello están ahí: consecuencias de deterioro y contaminación medioambientales y la falta de empleo en las sociedades de origen de esas fábricas. Y China se convirtió en la fábrica del mundo.

Esta es, telegráficamente, la radiografía de la situación. Pero tengo la impresión que hemos llegado a un cambio de tendencia. La Sostenibilidad ha sido visionaria en este cambio de tendencia. Cuando habla de consumo local, de consumo Km 0, de reducir la movilidad, de energías alternativas producidas y consumidas en el mismo lugar (el autoconsumo famoso) … no está hablando más que de este cambio de tendencia que es la Desglobalización.

La Globalización está en la Uvi como los enfermos del coronavirus. Atenta contra principios mismos de la Sostenibilidad, que es el único camino para sobrevivir y seguir adelante en este planeta. Habrá que viajar menos, habrá que construir fábricas aquí para que nuestros hijos trabajen en ellas y tengan un modo de vida, habrá que gravar a los productos con huella ecológica, habrá que detestar la explotación laboral… La Sostenibilidad es el paraguas perfecto para desarrollar y poner en marcha la Desglobalización.

Donald Trump (me cuesta citarlo) hablaba de “America first”. Habrá que decir “el planeta first”.

miércoles, 25 de marzo de 2020

El coronavirus y la era de la Sostenibilidad: la distopía realizada



Estamos a miércoles 25 de marzo de 2020 y el coronavirus está atacando de forma alarmante la sociedad española y pronto lo hará a otras sociedades más allá de nuestras fronteras. Las medidas de confinamiento social y de reducción de actividad económica nos llevan a una realidad única. ¿Se trata de una realidad excepcional que ha sucedido en un momento de grave crisis?

En mi opinión se trata de un adelanto del futuro en forma de distopía: así será el futuro en las sociedades sostenibles. Hay dimensiones de esta época del coronavirus que coinciden con la futura era de la Sostenibilidad; ambas son distópicas.

Veamos las coincidencias: Ambas son impuestas por la realidad. No hay elección. El virus ha venido y se ha colado de forma espontánea. La era de la Sostenibilidad porque no hay un plan B para el planeta. Una y otra son coercitivas. Un mundo sostenible no vendrá de forma natural. Hay muchos intereses encontrados desde una perspectiva económica y política a nivel global para llegar a tiempo a gestionar el avance del cambio climático. Tenemos el ejemplo en la presidencia de Donald Trump. El presidente del Imperio Americano no cree en el cambio climático. Llegará un momento que habrá que poner restricciones muy duras a muchos aspectos de la vida humana y de los estilos de vida actuales.

La Sostenibilidad se caracteriza de forma intensa por lo que la Sociología alemana llama la “sociedad riesgo”. Nos vamos a encontrar con fenómenos impredecibles constantemente: pandemias, catástrofes naturales, realidades que se aceleran.

Ambas se basan en la resiliencia. Una marcada actitud de resiliencia. No llegamos a tiempo para frenar el cambio climático. Y todas las medidas que podían ser proactivas van a ser reactivas en el sentido de poder hacer frente a los efectos de ese cambio climático. Y nos tendremos que adaptar duramente a ellas.

Ambas afectan a la movilidad de los individuos. En una sociedad sostenible la movilidad se verá enormemente reducida por su efecto contaminante, así como en la sociedad del virus se ha visto reducida la movilidad por el efecto propagador del mismo virus.

 Ambas se sitúan en bajos niveles de contaminación. En este momento, debido al confinamiento de la población y reducción de la actividad económica, la bajada de la contaminación en las grandes ciudades es un hecho. En datos aproximados, la bajada de la contaminación en ciudades como Barcelona o Madrid ha bajado alrededor de un 50%. Aquí es un efecto, en la era de la Sostenibilidad será un meta a conseguir desesperadamente.

En ambas el consumo se reduce. En la economía del coronavirus esto es evidente ya que la mayoría de establecimientos comerciales se han visto obligados a cerrar por las medidas establecidas por el Gobierno. El éxito de la era de la Sostenibilidad se basa en una clave: la reducción del consumo desde filosofías de decrecimiento y economías de mínima huella ecológica.

El futuro está aquí. Ese futuro será sostenible y se parecerá a este presente del coronavirus. Se podía haber elegido otro futuro sostenible. Pero no somos capaces de hacerlo. Lamentablemente.