El poderoso Marketing de las grandes marcas es una
hormigonera capaz de digerirlo todo. Todo aquello que pueda ser aprovechado con
el fin de dar valor a sus marcas, es apropiado. Ya hemos hablado en otra
ocasión del concepto de lo sano y cómo estas grandes marcas se han apropiado de
este valioso territorio.
La campaña de la marca de leche La Asturiana sobre el
significado de la palabra natural es todo un alarde de retorcimiento persuasivo
para hacernos ver que lo “natural” para La Asturiana es “natural”.
Para aquellos que no hayan visto el anuncio intento
resumirlo. Empieza preguntándose qué significa la palabra natural ya que se
utiliza por todas partes. Deciden preguntar no a la Real Academia de la Lengua
sino a la gente real que sabe qué es lo natural. Vemos escenas de sus vidas
cotidianas donde observan en el envase que la leche La Asturiana no tiene una
larga caducidad, no contiene ningún estabilizante o no hay celulosa en su
contenido. El anuncio afirma que ellos utilizan ingredientes 100% naturales y
con etiquetas bien claras. Termina el anuncio con un ganadero de La Asturiana
añadiendo que lo sano, además, sabe mucho mejor.
La publicidad convencional ya nos tiene acostumbrados a una
gran sofisticación de su retórica persuasiva. Se llama creatividad
publicitaria. Este anuncio en concreto trabaja sobre diferentes renuncias y
negaciones.
Si aceptamos el relato del anuncio, en primer lugar, renuncia
dar la palabra a la Real Academia de la Lengua para dársela a los consumidores
reales. Los consumidores nos hablan de lo que no tiene la leche. A continuación,
quita la palabra al consumidor para empezar a hablar la marca afirmando que
esta leche solo lleva ingredientes 100% naturales, pero no nos dice qué
ingredientes naturales son esos. Si nos fijamos atentamente en las imágenes del
anuncio, cuando habla de que solo lleva ingredientes naturales con etiquetas
bien claras, vemos no la composición en el pack sino el valor nutricional. El
anuncio se desliza sobre la información irrelevante en ese momento. El anuncio,
en realidad, no nos ha dicho gran cosa de lo que es una leche natural. No nos
ha dicho nada. Bueno, sí. Nos ha dicho algo. Al final. La leche con
ingredientes sanos sabe mucho mejor.
El anuncio huye constantemente para definir lo que tenía el
propósito de definir: lo sano. Y solamente se atreve a hacer una gran
afirmación gratuita; que lo sano sabe mucho mejor…sin probar en absoluto esa
relación.
El anuncio nos enseña dos cosas. La primera: las
enormes ganas que tienen las grandes marcas industriales por apropiarse de
conceptos muy atractivos e importantes para el consumidor, como en este caso,
lo “sano”. Lo segundo: la dificultad que tienen estas grandes marcas para hacer valer su legitimidad a la hora de hablar
de esos conceptos.
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