A más de uno le puede sorprender la relación
que hago entre Marketing y desahucios, pero tengo que decir que tal relación
existe y de una forma muy estrecha. Es más, incluso me atrevería a decir que el
fenómeno tan desesperante de los desahucios tiene su causa en el
Marketing. Los desahucios es el
resultado de una mala gestión de Marketing frente al problema.
Muy lejos de ser ajeno al Marketing de las
empresas, en concreto en la categoría de las entidades finacieras, bancos y
otras, la realidad trágica y dura de los desahucios toca de lleno en cómo el Marketing de hoy tiene que enfocarse y cómo se tiene
que reinventar en su rol fundamental: escuchar al consumidor y dar respuesta a
sus necesidades.
La banca tiene hoy un problema grave de MK,
ya que la percepción que se tiene de las diferentes marcas y de la categoría en
general por los diferentes grupos de interés (stakeholders en la jerga RSC) y
en especial por el consumidor final es tremendamente negativa.
Son percibidos como culpables de la grave crisis imperante y
se valora por el ciudadano como decisión muy injusta el hecho de que reciban
dinero público. Para el consumidor los bancos han sido los causantes de la
crisis y además se llevan el dinero de todos nosotros.
Los desahucios son una tristísima
realidad en la que confluyen actualmente
una serie de dinámicas afectando a la imagen de la marcas financieras: la
desesperación social que está creando, el ruido mediático provocado, el papel
encomiable de los jueces denunciando tal situación (lo nunca visto: los jueces
hablan sin tapujos), los grandes partidos intentando aportar soluciones en
reuniones patéticas para ponerse la medallita (¿puede llegar a hacer más el
ridículo la clase política?), la ley de
desahucios recientemente aprobada (“errática, arbitraria y muy imperfecta”), la
normativa de buenas prácticas en la
banca que no sirve para nada porque no es obligatoria (De Guindos: ¿cómo eres
tan inocente al hacer una norma voluntaria?)
Esta es una realidad a la que hemos llegado
porque ha fracasado estrepitosamente el Marketing de las compañías financieras.
Si de verdad queremos que esta herramienta funcione acorde a la nueva era que
comienza tiene que hacer algo
absolutamente obvio y simple. Algo que está en el ADN del Marketing. Tiene que escuchar al consumidor.
¿Han escuchado a los agentes sociales
involucrados en los desahucios como como puede ser la Plataforma de Afectado
por la Hipoteca (PAH) y otras organizaciones sociales? Unas entrevistas en
profundidad a estos agentes hubiera permitido que las marcas comprendiesen la
realidad que afecta a los consumidores que han consumido sus productos
(hipotecas). Tampoco seguramente se han hecho reuniones de grupo a desahuciados
para intentar ponerse en “los zapatos del cliente”.
Estamos hablando de utilizar herramientas muy
básicas de investigación de mercado que cualquier empresa utiliza con
frecuencia para saber qué está pasando con sus consumidores.
Habiendo realizado este paso, lo que el
Marketing tendría que hacer es desarrollar soluciones y propuestas que
satisfagan plenamente estas necesidades de los consumidores. Quisiera incidir
en la expresión “satisfagan plenamente” porque esa tiene que ser la estratégica
función del Marketing para la marca: la
satisfacción del cliente. No voy a concretar aquí esas posibles soluciones que
tendrían que haber aportado las marcas financieras para dar respuestas a estos
consumidores insatisfechos con sus servicios (hipotecas). Lo dejo para que cada
uno de los lectores se las imagine. Son
demasiado obvias.
(Publicado en I&M, Investigación y Marketing, nº 117 dic 2012)
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